A fines del siglo XIX el idioma se hablaba pero no tenía sistema de escritura.
El rey Ibrahim Njoya, que dedicó buena parte de su vida al progreso cultural de los bamún, se basó en la escritura árabe para crear un sistema adaptado al bamum.
Al principio el sistema estaba compuesto de tantos signos que era muy difícil memorizarlo todo.
Cuando llegaron los franceses el sistema se dejó de usar y fue reemplazado por otro diseñado por los misioneros quienes tomaron prestados los caracteres del alfabeto latino.
No obstante, hay quienes aún promueven el uso del antiguo sistema Shümom.