Se dio a conocer en el Reino Unido por su participación en una serie de asesinatos ocurridos en Gran Mánchester entre 1963 y 1965.
Peggy le visitaba siempre que podía y llevaba consigo un regalo para su hijo, aunque este desconociera la verdadera identidad de la mujer.
Peggy vivía en Mánchester donde había contraído matrimonio con el irlandés Patrick Brady, un comerciante de frutas.
Esto sucedió en 1954, cuando Ian tenía 17 años y aceptó Brady como su nuevo apellido.
Refugiándose en la lectura y la música, Ian leyó al marqués de Sade, así como obras que defendían la intromisión de los fuertes contra los débiles, defendiendo el ataque a ellos.
También se interesó por libros sobre el sadomasoquismo, la dominación, la servidumbre y otras parafilias.
Dos años más tarde conoció a Myra Hindley, por la cual no sintió ningún tipo de atracción hasta la fiesta de Navidad un año más tarde, cuando iniciaron una relación sentimental.
Se dice que sus relaciones sexuales fueron muy osadas, incluyendo las prácticas sadomasoquistas.
David Smith fue quien, después de ayudar a Ian a cargar el cadáver de Edward Evans, dio una buena excusa y se marchó del lugar, prometiéndoles volver.
Una vez inició incluso una huelga de hambre, aunque un juez ordenó mantenerlo vivo con una sonda gástrica.