[6] En 1930 y 1931, el presidente Pascual Ortiz Rubio estableció que el territorio nacional se regiría por tres husos horarios y se introdujo por primera vez el horario de verano.
Mientras que el Distrito Federal y los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Colima, Michoacán, México, Tlaxcala, Puebla, Morelos y Guerrero tenían que usar un horario de verano permanente (todo el año) de UTC-6 o 90° W.[9] Posteriormente, a Baja California se le permitió sincronizar su hora local con la de California, quedando tres husos horarios: Hora del Noroeste (UTC-8 o 120° W), para el estado de Baja California y con un horario de verano (UTC-7) sincronizado con el de California; Hora del Pacifico (UTC-7 o 105° W) todo el año, para los estados de Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit; y Hora del Centro (UTC-6 o 90° W) todo el año para el resto del país.
En 1996 se introdujo un nuevo horario de verano con el propósito de empatar la hora entre Estados Unidos y México, pero creando bastantes molestias entre los habitantes del centro del país, pues la Hora del Centro que originalmente era UTC-7, a partir de 1942 pasa a ser UTC-6 y con el horario de verano se debe utilizar UTC-5, dos horas adelante del horario original.
Durante varios años la Cámara de Diputados no aprobó dicha iniciativa.
Como el entonces Distrito Federal y varios estados sureños decidieron seguir con el horario de verano de sólo cinco meses para 2002, el Congreso Mexicano dictaminó que ésta es una decisión federal; y por lo tanto ningún estado podía cambiar su horario en forma individual.
Esta decisión fue contraproducente en el 2007, pues bajo la presión constante de los Diputados Sureños, el Congreso Mexicano se ha negado sistemáticamente a cambiar el horario de verano, no habiendo realizado cambio alguno en 2007 y prefiriendo establecer en 2010 dos horarios de verano en el mismo país (algo único en el mundo) con la confusión que ello genera.