La huelga tuvo su origen dos años antes con un cambio en la dirección empresarial, pasando Basconia S.A. a controlar la empresa.
Fueron defendidos por abogados laboralistas de renombre, como José Ramón Recalde y Joaquín Ruiz-Giménez.
Sin embargo la Magistratura falló a favor de la empresa y la plantilla continuó con la huelga.
Se produjeron paros en solidaridad con la huelga de Bandas en otras empresas como Euskalduna o la Naval.
Se convocaron manifestaciones de apoyo en Bilbao, Basauri, Baracaldo o Sestao.