[1][2] Las renovaciones iniciadas en 2017 se detuvieron por la pandemia de COVID-19, lo que provocó el cierre temporal del hotel.
Hanner tenía confianza al invertir en el proyecto, ya que varios hoteles similares habían sido establecidos en distintos lugares del centro de la ciudad además de en otros lugares del mundo como en Londres, donde también había un Hotel Cecil.
[8] Apenas cinco años después de ser construido el Hotel Cecil, Estados Unidos se sumergió en la Gran Depresión.
Es así que comenzaron a invertir sin los conocimientos adecuados, la demanda colapsó y el mercado se deprimió.
El malestar social era generalizado y muchas personas se quitaron la vida durante estos años; la crisis cuadruplicó los suicidios en 1929, en EE UU, la tasa fue de 17,4 por cien mil habitantes.
Comenzaron a transformar parte del Cecil en "The Stay", un hotel boutique económico para turistas modernos de clase media.
La compañía Simon Baron Development, también con base en Nueva York, adquirió el arrendamiento de la propiedad.
[3] En diciembre de 2021 el Cecil Hotel se inauguró finalmente por la organización Skid Row Housing Trust con más de quinientas viviendas asequibles para dar cobijo a personas sin hogar o con dificultades para encontrar vivienda.
Aunque no está claro si los propietarios, los arrendatarios o los subarrendatarios fueron los responsables de la eliminación de la señalización del lugar protegido, es probable que se eliminó para dar paso a un nuevo mural o valla publicitaria.
Además de los suicidios, la historia del Cecil cuenta con otros hechos violentos y salaces.
[21] Era también un punto de encuentro frecuente para parejas adúlteras, actividades relacionadas con drogas y prostitución.
Se cuenta que en 1947, Elizabeth Short, una actriz apodada posteriormente por la prensa como "Dalía Negra", fue vista tomando una copa en el bar del hotel, tan solo días antes de su notorio asesinato, que hasta hoy sigue sin haber sido resuelto.
[22] Cook dejó una nota dirigida a “la prensa” en la que decía haber gastado 40.000 dólares en los últimos seis meses en un vano intento de comprar la felicidad y se suicidó anoche en una habitación del Hotel Cecil.“El dinero no puede comprar la felicidad”, escribió Cook en lo que esperaba fuera su mensaje de despedida.
Neblett fue encontrado inconsciente en el piso de la habitación del hotel por una mucama, quien llamó a la policía.
La policía no abrió la carta; en cambio, fue enviada junto con el cadáver a una morgue en Long Beach.
[6][22] Al año siguiente se repitió esta escena con la maestra Dorothy Seger, de 45 años.
[22][6] Pasaron cuatro años para que el Hotel Cecil fuera escenario de un aterrador asesinato.
Pero Mark Hansen no fue el único sospechoso del crimen, hubo otros hombres investigados, pero por distintos motivos y coartadas, nada pudo comprobarse.
[23] A pesar de las afirmaciones hechas por numerosos artículos periodísticos, blogs y programa de televisión durante décadas, no existen evidencias sólidas en la actualidad que respalden que Elizabeth Short fuera vista por última vez en el Hotel Cecil en 1947, como afirmó el escritor Steve Harvey en una columna de 1995 en Los Ángeles Times, quien citó a Ken Schessler, autor del libro This is Hollywood.
[22][6] En octubre de este mismo año, una mujer llamada Pauline Otton había estado peleando con su consorte, Dewey, en el noveno pavimento.
[22] La mujer aterrizó sobre un peatón, George Gianinni, un hombre de avanzada edad, por lo que uno y otro murieron instantáneamente.
Los oficiales dijeron que saltó o se cayó de la habitación cuando su esposo salió a cenar.
[6] Durante dos años, Richard Ramirez, también conocido por el apodo de 'El acosador nocturno', un asesino en serie estadounidense que mató a 14 personas en la ciudad de Los Ángeles durante esos años, se hospedó en el Hotel Cecil, donde se instaló en el piso 14, planta en la que vivían los residentes de períodos largos; pagaba 14 dólares la noche y mató a 14 personas.
[23] Según los reportes de la época, Ramírez llegó al hotel bañado en sangre, pero nadie dijo nada.
[27] Ramirez murió en 2013, el mismo año en que Elisa Lam fue hallada muerta dentro del tanque de agua.
[6] Amy Price fue la gerente del Hotel Cecil durante diez años y entrevistada en la serie de Netflix.
La muerte estuvo bajo investigación como posible suicidio, pero la causa del crimen permanece indeterminada.
Muchas teorías y especulaciones salieron a la luz relacionadas con las anteriores muertes ocurridas en el hotel.
Todos los días, desde que había comenzado su viaje, llamaba a sus padres para explicarles sus próximos planes.
De la misma manera, parecía interactuar con algo o alguien que el espectador no puede ver.