Construido a fines del siglo XVII, desde 1689 hasta el siglo XIX sirvió como hospital de sacerdotes e indios enfermos.
Desde 1972 el inmueble forma parte de la Zona Monumental del Cusco declarada como Monumento Histórico del Perú.
[1] Asimismo, en 1983 al ser parte del casco histórico de la ciudad del Cusco, forma parte de la zona central declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
[2] El inmueble fue construido a fines del siglo XVII a instancias del obispo Manuel de Mollinedo y Angulo conjuntamente con el Templo de la Almudena.
Tras su construcción, el obispo decidió su donación a la Orden de los Hermanos Betlemitas.