Hospital de La Ribera
Su puesta en marcha se produjo en el 2000, dos años después de la clausura del histórico hospital Santa Lucía.En el 2002, el sindicato Comisiones Obreras denunció que el presupuesto asignado al hospital de la Ribera para la atención a la zona 10 era muy superior al asignado a otras zonas con la misma población, lo que demostraría una asignación cuando menos poco ética de los recursos públicos en beneficio particular.[3] En 2003 la concesionaria no pudiendo hacer frente a la explotación del hospital por sus pérdidas, recurrió a la Generalidad de Valencia, que, inexplicablemente, anuló la adjudicación, concediendo a la concesionaria una indemnización por un supuesto lucro cesante de 25 millones de euros.[5] Tras este proceso, la Generalidad abrió un nuevo concurso, en el que se aumentaban generosamente en un 68% las cantidades que la administración autonómica pagaría por la explotación del hospital, y, pese a los malos resultados de la experiencia anterior, adjudicó la explotación a la misma UTE concesionaria.El establecimiento del primer hospital privado financiado con fondos públicos fue muy contestado por la mayor parte del estamento sanitario, profesionales, sindicatos, asociaciones colegiales de médicos, por el Ayuntamiento etc.[6][7]«Los médicos se oponen»[8][9] Este modelo de gestión está basado en cuatro principios básicos: Se han venido denunciando como desventajas del sistema: La empresa se ha visto envuelta regularmente y con frecuencia en conflictos laborales por incumplir convenios colectivos, despedir improcedentemente a sus empleados, represaliar a delegados sindicales o negar a los profesionales pagos y prestaciones a los que estos se consideraban con derecho.