En 1928 regresó a Buenos Aires donde expuso en el Primer Salón de Pintura Moderna de la Asociación Amigos del Arte, junto a Antonio Berni, Aquiles Badi, Héctor Basaldúa y Lino Spilimbergo.
Participó en varias exposiciones y retornó a Buenos Aires en 1933.
Fue galardonado con Premio Konex de Brillante 1982 a las Artes Visuales.
[3] Su pintura está dominada por las grandes influencias recibidas en París por André Lothe y Othon Friesz.
Su carácter inquieto lo llevó a realizar también ilustraciones, escenografías, decoración de interiores y diseños textiles.