La expresión completa sería (con variantes según es citada por muy numerosas fuentes): Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra, o España prefiere..., o Mi patria quiere mejor...; y se debe a Casto Méndez Núñez, almirante en la Guerra Hispano-Sudamericana en 1865 o 1866.
[2] Al hablar de barcos, el tópico inevitablemente alude a otra famosa expresión anterior: Quemar las naves, que desde el siglo XVI se aplica a la famosa acción de Hernán Cortés durante la Conquista de México, que venía usándose de una manera similar al Alea jacta est de César al cruzar el Rubicón contra la orden del Senado (curiosamente, ambas anécdotas históricas han pasado al uso general algo distorsionadas: Se sabe con certeza que Hernán Cortés no quemó sus naves sino que las despojó de todo elemento útil y después las barrenó.
[4] Asimismo, el dicho de César pudo aplicarse a otro suceso y no al cruce del Rubicón).
También puede ponerse en relación con dos famosas frases de Felipe II: Prefiero perder todos mis estados antes que gobernar sobre herejes y Mandé mis barcos a luchar contra los hombres, no contra los elementos.
En cuanto a la honra, el tópico se vio al poco tiempo replicado por el lema Viva España con honra, que fue el utilizado por la Revolución de 1868, una de cuyas causas fue precisamente la repercusión de la poco eficaz aventura militar con la que los últimos gobiernos de Isabel II (Leopoldo O'Donnell durante la expedición naval, luego Ramón María Narváez y brevemente Luis González Bravo) pretendían distraer los problemas internos hacia un enemigo exterior.