Tras su retirada como atleta ha ejercido de entrenador hasta la actualidad.
Sin una preparación específica de maratón consigue vencer con un tiempo de 2h.20:38 y así, tras las buenas sensaciones durante la prueba, decide enfocar su carrera hacia el maratón.
Una vez allí, no tiene suerte y por los efectos de una fiebre, enfermedad muy extendida entre los atletas en esos juegos, se ve obligado a abandonar.
[2] Tras su paso por los Juegos, su esfuerzo se verá recompensado con varias rebajas de su marca personal, hasta dejarla en 2h.12:47, realizada en el Maratón de Londres en 1990.
En esta nueva tarea ha dirigido a varios atletas internacionales.