En sociología el término homosocialidad describe la preferencia personal por socializar con personas del mismo sexo,[1] manifestada en relaciones como la amistad, la mentoría o de otras clases,[2] excluyendo las relaciones románticas o de naturaleza sexual.
La profesora Jean Lipman-Blumen había definido anteriormente, en 1976, la homosocialidad como una preferencia social más que de cariz sexual por miembros del mismo sexo.
[8] El término opuesto, denominado heterosocialidad, es la preferencia por relaciones sociales con personas de distinto sexo.
Los resultados mostraron, tanto en hombres como en mujeres, una preferencia por las relaciones entre personas del mismo sexo.
Parece que el sesgo social hacia los miembros del mismo sexo puede desarrollarse de forma temprana en los niños.
Específicamente los estudios han encontrado que a la temprana edad de 3 o 4 años los niños prefieren miembros de su propio sexo a miembros del sexo opuesto (Bussey & Bandura, 1992).
También se ha demostrado que los niños de 10 a 12 años prefieren socializar con personas del mismo sexo.
[18] Homosocialidad es un término que a veces se usa en las investigaciones sobre el mundo exclusivamente masculino de la vida caballeresca en la cultura medieval.
Kanter ha explorado la "reproducción homosocial" metafórica: cómo los hombres intentan reproducir sus relaciones de poder dominantes uniéndose y compartiendo el mismo espacio ocupacional y privilegio con aquellos hombres que se parecen a ellos,[22] aunque "investigaciones posteriores han sugerido algunas revisiones del argumento subyacente de Kanter... [re] 'reproducción homosocial'".
Este enfoque ha sido comparado con el concepto de Adrienne Rich del "continuo lésbico".