René Girard

Entre 1943 y 1947, estudió en la École Nationale des Chartes en París, donde se especializó en historia medieval.

Si se mira retrospectivamente el recorrido intelectual de Girard, se puede observar que su pensamiento ha tenido una larga maduración, puesto que abarca más de cuarenta años de investigación (teniendo en cuenta que su primera obra, Mensonge romantique et verité romanesque, 'Mentira romántica y verdad novelesca', fue publicada en 1961).

Para mirar el mapa se necesita primero ubicar los pliegues correctos y desplegarlos, pero Girard considera que no tiene la habilidad para encontrar los pliegues originales, de tal manera que el mapa se desgarra.

La palabra mimesis ha perdurado a través del tiempo aunque no necesariamente en el mismo sentido.

Sobre el mimetismo se basa lo que llamamos aprendizaje, educación, iniciación; así mismo, antes del advenimiento del individualismo, la mimesis era estimada en el campo literario, educativo, religioso, etc., ya que destacarse en cualquier actividad era seguir un modelo.

Esta visión mutilada de la imitación se ha visto extendida a diversos campos como la filosofía, psicología, sociología y crítica literaria.

Posteriormente desarrollará una segunda hipótesis más antropológica y globalizante que se remonta incluso a las sociedades primitivas al afirmar que, cuando las comunidades arcaicas entraban en crisis se volvían violentas, expulsando (eliminando) así al supuesto causante del desorden (Ver catarsis).

Sin embargo, dicho culpable frecuentemente era acusado injustamente, es decir venía a ser un chivo expiatorio.

Es interesante notar el desconocimiento que hay en los países hispanohablantes sobre Girard en cuanto filósofo.

[3]​ La pertinencia filosófica de René Girard estriba en que su pensamiento es una reacción contra el racionalismo.

Con un pretendido pensamiento racional se pueden estar construyendo grandes castillos lógicos, en apariencia “objetivos”, que vienen a ser el resultado de la reciprocidad violenta, provocada por la mimesis.

Y se encuentran develados o desmitificados en el texto judeocristiano de la Biblia (donde la persecución violenta muestra su mecanismo patente para ser denunciada).

Girard nos muestra un modo coherente de comprender al hombre y sus contradicciones sin encasillarse en una ciencia particular (sea esta la psicología, historia, crítica literaria o antropología).

En ese sentido, nos muestra una cosmovisión del hombre a partir de su teoría mimética.

Girard, en parte de su obra, se dedica a analizar y develar la violencia en las relaciones interpersonales, ya sea entre parientes, amigos, parejas.

Los fuegos de la envidia, obra galardonada en Francia con el premio Médicis al mejor ensayo.

En todo caso, siempre se trata del deseo de imitar al otro para obtener la misma cosa que él o ella tienen, por la violencia si fuera menester.

En la base de estas acciones hostiles no se encontraría una diferencia radical entre oriente y occidente.

En definitiva, los terroristas imitaron y adoptaron los valores de los estadounidenses, aun cuando aquellos no lo confiesen.

La CIA y Bin Laden apoyaron económicamente a los guerreros muyahidín que combatieron en el desierto en contra de la invasión soviética.

En definitiva, Osama bin Laden y la CIA pasaron de socios confiables a enemigos acérrimos.

Por otra parte, se consideraría ilusoriamente que la paz anhelada llega con la eliminación (figurada o real) del enemigo.