Con un, "Bienvenido a casa, Jonas Quinn", Anubis le revela que están sobre la capital de Kelowna.
Sin embargo, en ese momento se produce una explosión en la nave, producto de una prueba fallida con el Naquadriah.
Con este conocimiento, Anubis podría hacer funcionar su superarma de nuevo, por lo que O’Neill, Carter, Teal'c y la embajadora Dreylock van al almacén donde se guarda el cristal.
Luego vuelven a la base Kelowna, donde el Comandante Hale, pide insistentemente al SG-1 que se lo entregue.
Hale toma el cristal, y se lo da a Herak, Principal de Anubis, pero luego inesperadamente éste le dispara a Hale y anuncia al resto, que serán ejecutados en público.