[3] Lockert ha hablado sobre otras peculiaridades de las sesiones, incluidas las voces que se grabaron en la ducha.
Las interfaces deben contar con salidas de audio para monitorear lo que se graba mediante altavoces o auriculares.
En el proceso de mezcla necesitaremos unos altavoces con una respuesta en frecuencia plana para colorear lo menos posible ciertos hertz y escuchar la grabación tal cual se está grabando.
Al ser posible, un home studio contendrá a su vez otro par de parlantes más domésticos o ya hechos para escuchar música, que nos permiten escuchar nuestro proyecto en un equipamiento más estandarizado y con los diferentes filtros que ellos traen.
Su edición es no destructiva, por lo cual podremos volver atrás y recuperar pasajes ya grabados sin necesidad de sobrescribir archivos o destruir regiones por necesidad de espacio en nuestra computadora.
Muchos home studio soportan Macintosh pues muchas drivers y extensiones relacionadas al audio se descargan automáticamente en el propio programa, y no hay que instalarlos manualmente como en Windows.
Un buen micrófono[6] es importante para captar el sonido que deseemos recoger.