Estos monitores, aunque se vendan como respuesta plana, siempre tienen un margen de error, pero siempre será una señal más pura que cualquier equipo hi-fi (Alta fidelidad) que suelen colorear la señal en graves y agudos para hacer un sonido más “redondo” o agradable.
Los pasivos, en su contra, necesitan una alimentación externa mediante una etapa de potencia.
Para un estudio suelen ser más apropiados unos monitores activos, ya que necesitan menor espacio y proporcionan buena calidad.
Contienen casi todo el espectro sonoro humano, tienen un sonido muy limpio y van empotrados en la pared.
Es importante que los monitores se encuentren a la altura de los oídos y elevados con algún estante o material absorbente para evitar que el contacto con la superficie rígida produzca comb-filtering o proporcione una respuesta diferente en frecuencias.