Aunque ninguno de las dos técnicas probó su viabilidad, durante las décadas siguientes los científicos siguieron estudiando las estructuras y los materiales de las plantas que absorben luz y guardan energía.
Por su parte, Daniel Nocera, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts y fundador de la empresa Sun Catalytix, no comenzó atacando el gran problema, que era dividir el agua en sus componentes, sino que primero trató de encontrar el catalizador adecuado para combinar oxígeno con protones y electrones para formar agua.
Análogamente, la fotosíntesis artificial pretende usar luz solar para generar una corriente eléctrica y así llevar a cabo un proceso de separación del agua en sus componentes básicos, hidrógeno y oxígeno mediante un catalizador.
[1] Aunque Nocera no ha revelado la fórmula exacta del catalizador, sí dijo que está compuesto de tres metales y cada uno tiene un rol distinto: el primero funciona como un ingrediente activo en una medicina, juntando las moléculas de H2; el segundo ayuda a mantener adheridos los otros dos metales como una aleación, que puede ser manipulada; mientras que el tercero se ocupa de eliminar el fosfato de la superficie del material y permitir que el dispositivo funcione continuamente.
Al hidrógeno se le han atribuido ciertas características peligrosas, sin embargo, la mayoría carece de fundamentos.
[2] Esto significa que se puede guardar una cantidad enorme de energía en muy poco combustible.
[3] El motivo principal por el cual actualmente no se utiliza el hidrógeno como fuente de energía es porque en el planeta no se encuentra de manera pura, sino que siempre está en compuestos químicos.