Su historia está emparejada con Kolbeinn Sigmundarson y la región de Skagafjörður.
Estableció su hacienda en Hóf, Hjaltadalur de quien recibe su nombre[1] y que previamente había adquirido a Kolbeinn y este a su vez de Sleitu-Björn Hróarsson.
[2] Según Landnámabók, sus dos hijos Þorvaldur y Þórður llegaron a ser prominentes personajes de la Mancomunidad Islandesa.
A la muerte de su padre, organizaron los funerales más ostentosos en su honor con 1440 invitados, un acontecimiento no igualado hasta décadas después, con las exequias de Hoskuld Dala-Kollsson.
[4] El nieto de Hjalti, Þorbjörn öngull, fue quien ejecutó al proscrito Grettir Ásmundarson.