En 1915 se convirtió en 1.er teniente en el recién formado Servicio Real Noruego Naval y del Aire (Fuerza Aérea de la Marina).
También se convirtió en un piloto que frecuentaba las rutas aéreas utilizadas por las nuevas compañías de aviación.
Riiser-Larsen estuvo de acuerdo y aseguró a la expedición dos hidroaviones Dornier Do J Wal.
La expedición, sin embargo, se vio obligada a aterrizar cerca del Polo, dañando gravemente uno de los aviones.
Finalmente, Nobile y la mayoría de su equipo fueron encontrados, pero Amundsen no lo fue.
En 1929, Christensen decidió incluir aviones en la siguiente expedición y nombró a Riiser-Larsen como su director.
También se anexó más territorio, esta vez la gran área del continente conocida como Tierra de la Reina Maud.
En cambio, acompañó al gabinete noruego y a los líderes militares al exilio en Londres, antes de trasladarse a Canadá, para convertirse en el primer comandante del campo de entrenamiento de la Royal Norwegian Air Force denominado Little Norway en Ontario.