Historia militar de la Argentina

La historia militar de la Argentina comprende los conflictos armados ocurridos en el territorio que actualmente pertenece a este país sudamericano, los ejércitos y su relación con el resto de la vida argentina.

[2]​ Tras las Invasiones Inglesas, las milicias porteñas incrementaron su tamaño considerablemente alcanzando los 8000 hombres.

[17]​ El coronel Pablo Riccheri (ministro entre 1900 y 1904) fue el hacedor de la transformación definitiva del ejército.

[27]​ El segundo Gobierno de Julio Argentino Roca inició una reforma militar basada en el Ejército Imperial Alemán.

[9]​ El Ejército iniciaba su profesionalización imbuido bajo la influencia alemana con el concepto de «la nación en armas».

[34]​ En 1922, se creó la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, a cargo del coronel Enrique Mosconi.

[35]​ En 1915, Argentina, Brasil y Chile habían formado un acuerdo conocido como «pacto ABC» con el objeto de fortalecer la estabilidad en el Cono Sur bajo la supervisión de los EE.

UU., que ya se perfilaban como una superpotencia internacional, habiendo triunfado en la Primera Guerra Mundial.

[43]​ La Escuela Superior Técnica, creada el 6 de noviembre de 1930 por iniciativa del teniente coronel ingeniero Nicolás Manuel Savio (un decidido industrialista en una nación agroganadera, y quien convenció a Uriburu), permitió la formación de oficiales ingenieros militares, con dedicación en aspectos técnicos fundamentales.

En 1947 logró en el Congreso la formación de SOMISA, presentando el Plan Siderúrgico Nacional diseñado por su puño y letra.

Entre los militares argentinos existían dos posiciones principales respecto de la Segunda Guerra Mundial.

Una representada por Agustín Pedro Justo que pechaba a favor de los Aliados y otra, llamada nacionalista, que propugnaba por actuar a favor del Eje.

Apenas pudo sublevar la Escuela de Caballería y el C8 y no tuvo más opción que rendirse al jefe de la represión, general Ángel Ovidio Solari.

[51]​ Su caído llegó tres meses después, cuando el general de división Eduardo Lonardi y el contraalmirante Isaac Rojas impusieron la «Revolución Libertadora».

[52]​ La victoria de la Revolución cubana en 1959 impulsó la lucha armada en América Latina.

[53]​ Fue el primero de un conjunto al que luego se incorporarían el Ejército Guerrillero del Pueblo, las Fuerzas Armadas Peronistas, el Frente Argentino de Liberación, Montoneros, el Ejército Revolucionario del Pueblo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

[54]​ Desde 1955, los distintos Gobiernos argentinos intentaron acabar con las manifestaciones sociopolíticas producidas por la proscripción del peronismo —materializada en la resistencia peronista— y las consecuencias de los planes económicos.

daban las herramientas a los militares latinoamericanos para acabar con «el enemigo» por sus propios medios.

[56]​ Los militares estadounidenses también recomendaban a los ejércitos locales realizar tareas de acción social definidas como «acción cívica», con el fin de mostrar interés por la desigualdad social ante los sectores potencialmente revolucionarios.

[57]​ En 1960, el presidente Arturo Frondizi creó el Plan CONINTES, que habilitó a las FF. AA.

[58]​ La Flota de Mar incorporó su primer portaviones, el ARA Independencia (ex-HMS Warrior), en 1958.

[65]​ Esto, junto al Cordobazo de 1969, causó la caída del dictador Onganía, quien fue reemplazado por Roberto Marcelo Levingston.

Ese día, el buque disparó un misil superficie-aire Sea Cat de procedencia británica.

AA., en especial el Ejército Argentino, continuaron la preparación de su plan represivo con la confección de un reglamento para «operaciones contra elementos subversivos»,[74]​ hecho por la Jefatura III-Operaciones del Estado Mayor General del Ejército.

[77]​ Y consideraban que los «subversivos» ejecutaban un ataque contra la totalidad del Estado, en todas sus esferas: política, económica, social, cultural e inclusive moral.

Los militares, con apoyo civil, derrocaron al Gobierno de María Estela Martínez de Perón —vigente desde 1974— e iniciaron un propio gobierno que se autodenominó «Proceso de Reorganización Nacional», encabezado por la Junta Militar compuesta por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti.

[85]​ La guerra impuso una dura resistencia por parte del Ejército junto con la Infantería de Marina.

[94]​ Siguiendo el proceso, en 1995, la combinación de las exigencias militares de la época y circunstancias sociopolíticas del país forzaron la sustitución del servicio militar obligatorio —vigente desde 1901— por el servicio militar voluntario.

[100]​ En el mismo año, Argentina contribuyó a la pacificación entre Perú y Ecuador por la guerra del Cenepa en la Misión de Observadores Militares Ecuador-Perú.

A la sazón, el último militar argentino que había portado barba era Juan Pablo Sáenz Valiente, cuando era capitán de navío.

Combate de San Lorenzo , 3 de febrero de 1813.
El escudo del GOU se forma con un cóndor y una figura de José de San Martín .
El portaviones ARA Independencia en navegación junto al destructor ARA Misiones en 1965.
Vehículos militares argentinos con la correspondiente pintura blanca de la ONU.