De rebus Hispaniae

Jiménez de Rada empleó por primera vez en la historiografía hispana la ayuda de las fuentes: Así pues, es probablemente la primera obra en utilizar fuentes andalusíes.Además desarrolló una visión de los sucesos acaecidos en el conjunto de todos los territorios peninsulares: Es una obra «absolutamente original en la España del siglo XIII» pudiendo catalogar a su autor como «un innovador en el campo de la historiografía medieval española».Como personaje histórico, además de escritor, se muestra como protagonista en la parte final del libro VII.[5]​ Para este traductor, Fernández Valverde, estaríamos ante «la obra cumbre de la cronística hispano-latina medieval en el doble sentido de la expresión: la más importante y la última.»[6]​ Para Jiménez de Rada el concepto de Hispania se refiere a una entidad geográfica«limitada por los montes Pirineos, que se extienden de mar a mar, por el océano y por el Mediterráneo.»[7]​ Aunque la crónica finaliza afirmando que fue terminada «el jueves 31 de marzo de 1243, cuando la sede apostólica llevaba vacante un año, ocho meses y diez días», los mismos datos son incoherentes ya que habría sido un martes y no jueves el día de la semana correspondiente a esa fecha.[9]​ Esta obra tuvo gran aceptación y fue traducida a las distintas lenguas romances.