Historia de las formas
La expresión «historia de las formas» fue extendida por su principal promotor, el teólogo protestante Martin Dibelius.Sin embargo, tras la obra de Wrede sobre el secreto mesiánico en san Marcos Wilhelm Wrede,[1] A. Schweitzer,[2] Johannes Weiss[3] o Julius Wellhausen,[4] esta visión se va revisando y el segundo Evangelio se ve cada vez más como una colección de tradiciones (no escritas) sobre Jesús conservadas por la Iglesia primitiva y organizadas con criterios más teológicos que históricos por Marcos.[5] Siendo así, se imponía hallar una metodología que, a partir de estas tradiciones sobre Jesús se pudiera llegar al Jesús histórico, y sin duda una pista para esto sería la obra de Hermann Gunkel, que años antes, en su introducción al comentario del Génesis había hecho un trabajo análogo sobre las tradiciones orales que hay detrás de las fuentes del Pentateuco.[7] Se considera que el primero en aplicar sistemáticamente la crítica de las formas a los evangelios es Martin Dibelius.Se considera a Hermann Gunkel pionero en la aplicación del método al Génesis.