Aunque muchas culturas han empleado intrincados sistemas de razonamiento, e, incluso, el pensamiento lógico estaba ya implícito en Babilonia en algún sentido, la lógica como análisis explícito de los métodos de razonamiento ha recibido un tratamiento sustancial solo originalmente en tres tradiciones: la Antigua China, la Antigua India y la Antigua Grecia.
Otra perspectiva interesante sobre cómo abordar el estudio de la historia lógica la ofrece Alberto Moretti[2] y que es sintetizada por Diego Letzen.
[4] Durante los siglos VII y VIII, los astrónomos babilonios empezaron a utilizar una lógica interna en sus sistemas de predicción planetaria que fue una importante contribución a la lógica y la filosofía de la ciencia.
[9] Se decía que Heráclito había negado tal al afirmar el fluir constante de las cosas (panta rei).
[10][11] Está claro que Platón y Aristóteles tuvieron bases en los presocráticos eleatas para formular este principio.
Se considera a Aristóteles el fundador de la lógica como propedéutica o herramienta básica para todas las ciencias.
Se refirió en varios escritos de su Órganon a cuestiones tales como concepto, proposición, definición, prueba y falacia.
Además, Aristóteles reconoció y estudió los argumentos inductivos, base de lo que constituye la ciencia experimental, cuya lógica está estrechamente ligada al método científico.
Los filósofos estoicos introdujeron el silogismo hipotético y anunciaron la lógica proposicional, pero no tuvo mucho desarrollo.
[15] Por otro lado, la lógica informal fue cultivada por la retórica, la oratoria y la filosofía, entre otras ramas del conocimiento.
Hasta el siglo XIX, la lógica aristotélica y estóica mantuvo siempre una relación con los argumentos formulados en lenguaje natural.
Hoy esa relación se trata bajo un punto de vista completamente diferente.
Nāgārjuna, el fundador del camino intermedio Madhyamika, desarrolló un análisis conocido como "catuskoti" o tetralemma.
Pero fue con Dignāga y su sucesor Dharmakirti con quienes la lógica budista alcanzó su mayor altura.
Su análisis, centrado en la definición de la implicación necesariamente lógica, "vyapti", conocida también como concomitancia o penetración invariable.
Comprende lo que se podría llamar la inclusión y exclusión de propiedades definitorias.
Desde 1824, la lógica india atrajo la atención de muchos estudiantes occidentales y ha influido en importantes lógicos del siglo XIX como Charles Babbage, Augustus De Morgan y George Boole.
En el siglo XX, filósofos occidentales como Stanislaw Schayer y Klaus Glashoff han investigado la lógica india más ampliamente.
La traducción y la investigación escolar en lógica fue reprimida por la dinastía Qin, acorde con la filosofía legistaDesam.
El filósofo lógico chino Gong Sunlong (325-250 a. C.) propuso la paradoja "Uno y uno no pueden ser dos, ya que ninguno se convierte en dos."
Se continúa estudiando como una de las artes liberales pero sin grandes aportes.
En el área del análisis lógico-formal, elaboraron la teoría de los términos, proposiciones y silogismos.
Incluso, la poética fue considerada, en ciertos aspectos, como un arte silogístico por muchos de los más importantes lógicos islámicos.
Aunque la lógica de Avicena tuvo influencia en los primeros lógicos medievales europeos tales como Alberto Magno,[21] la tradición aristotélica se convirtió en la dominante debido a la importante influencia del averroísmo.
En el siglo XVII, la lógica adquiere un nuevo enfoque en las interpretaciones racionalistas de Port Royal (Antoine Arnauld, Pierre Nicole) pero tampoco supusieron un cambio radical en el concepto de la lógica como ciencia.
[27] Además se considera que las lógicas modernizantes nunca lograron la precisión de estos estudios.
Sander Pierce, Gottlob Frege, Saussure y Wittgenstein siguieron criterios neoescolásticos para formular sus teorías lógicas, más acabadas.
La peculiar doble notación dimensional de Frege hizo que su obra fuese ignorada durante muchos años.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la lógica sería revolucionada profundamente.
En 1910, Bertrand Russell y Alfred North Whitehead publican Principia mathematica, un trabajo monumental en el que logran gran parte de la matemática a partir de la lógica, evitando caer en las paradojas en las que cayó Frege.