Zambia es un país centroafricano fruto de la colonización europea del siglo XIX.
Aunque relacionados entre ellos, especialmente por vínculos comerciales, nunca estuvieron confederados ni existió una unión política hasta la creación de las divisiones administrativas británicas del siglo XIX.
Entre esos pueblos se encontraban los tonga (También llamados batonga) que fueron los primeros en establecerse en Zambia.
Entre el resto destacan los nkoya, que sólo lograron mantener dos pequeños dominios en el siglo XIX: Kahare y Mutondo.
La penetración colonial se inició en 1890, por medio de la British South Africa Company.
Su gran artífice fue Cecil Rhodes, presidente de la British South African Company, que se dedicó a explotar los minerales de la zona y cuyo apellido daba nombre al país(es).
Su primer presidente fue Kenneth Kaunda, que fue reelegido en 1968 y se mantuvo en el poder hasta 1991.
Tampoco faltaba agua dulce gracias a sus grandes ríos y sus lagos, por lo que la agricultura estaba razonablemente desarrollada.
La Sudáfrica del apartheid aprovechó esta circunstancia para imponer sanciones militares y económicas a Zambia, pues este país acogía de buen grado al CNA (Congreso Nacional Africano, posteriormente primer partido de la democracia sudafricana).
Zambia, un Estado sin litoral, debía estar a bien con Sudáfrica debido a la dependencia que tenía de sus puertos, pues sus otros vecinos con mar, Angola y Mozambique, estaban envueltos en sendos revueltas.
Finalmente Kaunda impuso restricciones a las actividades del CNA en el país y buscó la cooperación de Sudáfrica.