Las investigaciones de Thor Heyerdahl han establecido que tan temprano como en el año 2000 a. C. las Maldivas ya formaban parte de las rutas comerciales marítimas entre Egipto, Mesopotamia, China y las civilizaciones del Valle del Indo.
Heyerdahl considera válida la creencia local según la cual los primeros habitantes estables de las Maldivas fueron los Redin, marineros adoradores del sol y temerosos por la existencia de malos espíritus, o jinnis.
En el siglo I se recoge como los egipcios hacían sus viajes a la India para comerciar y utilizaban los vientos del monzón para volver en menos de un año.
Cosmes Indicopleustes habla de ellas en el siglo VI y dice que estaban habitadas.
A partir del siglo III llegó el budismo en el país, con un rey mítico llamado Koimala, sustituyendo al hinduismo vigente hasta entonces.
Sin embargo, algunos datos epigráficos determinarían que el verdadero autor de la conversión fue Shams al-Din.
En todo caso al final del siglo XIII la conversión se puede dar por hecho.
Intereses comerciales los llevaron a una ocupación efectiva breve pero destructiva de 1558 al 1573.
Después de la salida portuguesa se descubrió que todos los ulemas del país habían muerto y no quedaba ningún jeque maliquita en vida.
En aquellos años el alim Maldivas Muhammad Djamal al-Din Huvadu, nativo del atolón de Huvadu (Suvadiva) en el sur, que había estudiado muchos años en los centros Shafi'i de Hadramaut y Zabid (Yemen), retornó casualmente en las islas y desembarcó en Malé siendo inmediatamente nombrado cadi por Takurufanu y en adelante el madhhab Shafi'i sustituyó al malikí como rito oficial.
En 1602 el francés Pyrard naufragó en el atolón de Malosmadu y se quedó prisionero por cinco años.
En 1796 los británicos ocuparon Ceilán y nominalmente alcanzaron el protectorado de las islas que no se hizo efectivo.
Los británicos estaban interesados en establecer una base aérea en Gan (1957), fue una decisión impopular en Male, que provocó la dimisión del primer ministro pro-británico, Ibrahim Alí Didi.
Un gobierno situado en el sur se declaró independiente, llamándose República de Suvadiva, bajo las órdenes de Abdulla Afeet, quien se las arregló para resistir sin armas durante 4 años, pero al final fue enviado al exilio en las Seychelles.
Fueron entonces los rusos quienes querían utilizar Gan, situado a 450 millas de la base naval y aérea estadounidense en Diego García.
Cada atolón pagaba un impuesto fijado en proporción a su producto, el comercio con extranjeros se debía hacer desde la capital.