Historia de Dinamarca

Entre estos hallazgos arqueológicos destacan numerosos artefactos religiosos, instrumentos musicales, así como las primeras evidencias de una sociedad estratificada en clases sociales.

Están muy bien preservados y se han convertido en un valioso recurso para conseguir información sobre la población danesa de ese periodo.

[1]​ La influencia romana fue mayor en las clases aristocráticas de la antigua Dinamarca, que fueron "romanizadas" en muchos aspectos sociales.

Los vikingos se hicieron famosos al navegar y comerciar por el resto de Europa.

Poco después, Suecia y Noruega formaron sus propios arzobispados fuera del control danés.

A mediados del siglo XII, reinar en Dinamarca era realmente complicado: las guerras civiles se sucedieron, creando tensiones.

La leyenda dice que la bandera danesa, la Dannebrog, cayó del cielo durante una batalla ocurrida en Estonia en 1219.

La nueva religión, que sustituyó a la vieja mitología nórdica, traía ventajas para el rey, como la ayuda por parte del Sacro Imperio Romano, y permitió que Harald se deshiciera de algunos de sus opositores, fieles a la vieja mitología.

La iglesia trajo una administración estable a las tierras; estabilidad que el rey utilizó para ejercer un cierto control sobre ellas.

En 1340 el trono recayó en Valdemar Atterdag, político experto que fue capaz de reunificar Dinamarca.

La peste negra que afectó al país durante estos años, ayudó en su campaña de reunificación.

Sus esfuerzos por ampliar el reino le llevaron a diversos enfrentamientos con la liga Hanseática, que se alió con Suecia para atacar Dinamarca.

El ataque fracasó ya que las fuerzas danesas hundieron gran parte de la flota Hanseática.

Su hijo Olaf estaba destinado a dirigir los tres reinos pero su muerte provocó que fuera Margarita la encargada de hacerlo.

A principios del siglo XVI, llegó al poder el rey Cristián II.

La reforma protestante originada en Alemania por las ideas de Martín Lutero fue introducida en Dinamarca en 1536, tuvo un gran impacto.

Las ideas del Siglo de las Luces se volvieron muy populares entre la clase media danesa, aumentando el interés por las libertades personales.

El antagonismo entre alemanes y daneses se hizo más fuerte a partir de mediados del siglo XVIII.

La solidez de la economía danesa se vio fuertemente afectada por las pérdidas provocadas durante las guerras napoleónicas.

Durante este periodo, Dinamarca estuvo literalmente en bancarrota y la población sufrió grandes privaciones.

Hans Christian Andersen, Søren Kierkegaard y Bertel Thorvaldsen realizaron sus obras durante este periodo.

Se decidió que ningún gobierno podía actuar contra los deseos de la mayoría parlamentaría.

En la Primera Guerra de Schleswig (1848-1851), el ejército danés expulsó las tropas prusiana que habían apoyado la sublevación.

[3]​ Durante las primeras décadas del siglo XX las mujeres consiguieron el derecho al voto (1915), y algunas de las colonias danesas en las Indias occidentales se vendieron a los Estados Unidos.

Aunque Dinamarca se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial, el conflicto afectó al país de forma considerable.

Durante la ocupación, un gran número de judíos daneses emigró hasta Suecia para evitar la deportación.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el país abandonó su tradicional posición de neutralidad.

Barco (llamado "Nydam Boat") de los antiguos daneses del siglo V , cuando los "anglos" y "sajones" de Jutland invadieron las romanas islas británicas
Migraciones desde Jutland hacia la romana Britannia
Canuto el Grande.
La Unión de Kalmar.
Crucifijo de Åby, cerca de Aarhus, del período 1050-1100
Federico III de Dinamarca.
Batalla de Copenhague.
Soldados daneses durante la Segunda Guerra Mundial.