Sin embargo, en lo que es conocido como deriva o desplazamiento polar real, la Tierra puede girar con respecto a un eje fijo de rotación.
En la literatura popular se han sugerido muchas conjeturas que involucran deslizamientos polares rápidos.
En 1872 y se publica el artículo titulado Chronologie historique des Mexicains, escrito por Charles Étienne Brasseur de Bourbourg, quien interpretó los antiguos mitos mexicanos como evidencia de cuatro períodos de cataclismos globales que comenzaron aproximadamente hacia el 10 500 a. C. En 1948, Hugh Auchincloss Brown, un ingeniero electricista, lanzó una hipótesis del deslizamiento polar.
Flem-Ath publicó los resultados en 1995 dentro de When the sky fell (‘cuando el cielo cae’), coescrito con su esposa.
[4] En 1998 el ingeniero civil retirado James G. Bowles propuso en la revista Atlantis Rising (‘el surgimiento de la Atlántida’), un mecanismo por el cual el deslizamiento polar pudiese ocurrir.
Esta fuerza nulifica el apuntalamiento de la corteza para con el manto interior, generándose una zona plástica, que permite a la corteza girar con respecto a las placas subyacentes o más bajas.
Las fuerzas centrífugas actuarían sobre la masas de hielo polar, ocasionando el movimiento del ecuador.
Libros sobre esta temática han sido publicados por William Hutton, incluyendo el libro Coming Earth changes: causes and consequences of the approaching pole shift (ISBN 0876043619), en donde se comparan registros geológicos con lecturas físicas de Edgar Cayce y donde predijo cambios climáticos catastróficos hacia finales del año 2001.
En el 2004, William Hutton y el coautor Jonathan Eagle publicaron Earth's catastrophic past and future: a scientific analysis of information channeled by Edgar Cayce (ISBN 1-58112-517-8), el cual resume sobre posibles mecanismos y datación de un futuro deslizamiento polar.