[1][2] Está particularmente asociado con los balineses que residen en la isla y representa una forma distintiva de culto hinduista, incorporando el animismo local, el culto a los antepasados o Pitru Paksha y la reverencia por los santos budistas o bodhisattva.
Las influencias hindúes llegaron al archipiélago indonesio ya en el siglo I mediante los comerciantes, marinos o sacerdotes.
[1][4] Para lograr esto, los hindúes balineses iniciaron una serie de iniciativas de intercambio cultural y estudiantil entre Bali y la India para ayudar a formular los principios fundamentales del hinduismo balinés (Catur Veda, Upanishad, Puranas, Itijasa).
El hinduismo balinés es una amalgama de religiones indias y costumbres animistas indígenas que existían en el archipiélago indonesio antes de la llegada del islam y más tarde, del colonialismo holandés.
En la época contemporánea, el Ministerio de Religión de Indonesia se refiere oficialmente al hinduismo en Bali como Agama Hindu Dharma, aunque tradicionalmente, la religión recibió muchos nombres como Tirta, Trimurti, Hindu, Agama Tirta, Siwa, Buda y Siwa-Buda.
Al igual que en la India, el hinduismo en Bali creció con flexibilidad, presentando una forma de vida diversa.
[21] Tradicionalmente, el hinduismo en Indonesia tenía un panteón de deidades y esa creencia continúa en la práctica.
Al igual que en India, el hinduismo indonesio reconoce cuatro caminos de espiritualidad, llamándolo Catur Marga.
[32] Sang Hyang Widhi significa literalmente 'Orden Divino',[18] también conocida como Acintya ('la Inconcebible') o Sang Hyang Tunggal ('la Unicidad Divina'),[18] es el concepto en la tradición balinesa del hinduismo que es paralelo al concepto metafísico de Brahman entre los hindúes indios.
[33] Según los preceptos hindúes balineses, existen muchas manifestaciones de Sang Hyang Widhi Wasa en forma de divinidades como Dewi Sri, la diosa del arroz, y muchos otras asociadas con las montañas, los lagos y el mar.
Sin embargo, afirma Martin Ramstedt, un erudito del hinduismo en el sudeste asiático, se denominan de manera algo diferente y se transmiten de una generación a la siguiente como comunidad y en ceremonias espirituales.
[37][38] Las ceremonias más importantes tienen lugar después de la muerte y dan como resultado la liberación del alma para finalmente reencarnarse.
A diferencia de los ritos funerarios de otras religiones, el cuerpo físico no es el foco, ya que se lo ve como nada más que un contenedor temporal del alma y apto solo para su conveniente eliminación.
Por tanto, los cuerpos a veces se entierran temporalmente hasta que la familia pueda acumular suficientes fondos para una cremación, aunque los cuerpos de los sacerdotes o las familias de clase alta son preservados en la superficie (samadhi).
Según la tradición, los espíritus de los muertos descienden del cielo para regresar diez días después en Kuningan.
El cuarto día del año se llama Pagerwesi, que significa 'valla de hierro'.
[42] La estructura de castas balinesa ha sido descrita en la literatura europea de principios del siglo XX como basada en tres categorías: triwangsa (tres clases) o nobleza, dwijati (nacido dos veces) en contraste con ekajati (una vez nacido), la gente baja.
En la Antigua India, la casta se llamaba varna, que significa el color del alma neutral o transparente o la propensión del alma a comportarse de acuerdo con ciertas tendencias basadas en su innata naturaleza.
Este mismo sistema se adoptó en Bali y es denominado wangsa, que está relacionado con las profesiones de los antepasados.
Sin embargo, incluso hoy en Bali, independientemente de la profesión del individuo, afirman pertenecer a su familia wangsa.
Los Pandes o herreros tienen un 'clan' especial que no se menciona en el grupo Catur Wangsa pero que se considera especialmente importante por sus hábiles trabajos y por ser los herreros del fuego, Dewa Agni o Dewa Brahma.
Bajo ninguna circunstancia los hindúes balineses pueden consumir carne humana, gato, mono, perro, cocodrilo, ratón, serpiente, rana, determinados peces venenosos, sanguijuelas, insectos que pican, cuervos, águilas, búhos o cualquier otra ave de rapiña.
Además, no deben comer en la calle o en el mercado, beber alcohol ni degustar ofrendas de esos artículos.