Hilario Prádanos

[1]​ Durante el siglo XIX la catedral de Valladolid seguía siendo un foco de creación musical importante y uno de los personajes vinculados a la institución catedralicia fue Hilario Prádanos, que recibió su primera formación como niño de coro del maestro de capilla Antonio García Valladolid, al mismo tiempo que seguía la carrera eclesiástica.

El 1859, también por oposición, se le concedió la plaza de maestro de capilla de la basílica de Pilar en Zaragoza, cuando Benigno Cariñena, que había ganado las oposiciones, renunció al cargo por no querer ordenarse.

Se mantuvo en el cargo hasta 1882, teniendo entre sus muchos alumnos a Justo Blasco Compans; ese mismo año, 1882, renunció al magisterio, quedándose en la misma sede como beneficiado de gracia.

Además, en la ciudad castellana fundó una de las primeras academias musicales de interés profesional.

[1]​ Compuso muchas obras religiosas, que se conservan y todavía alguna se ejecuta en las catedrales donde fue maestro.