Hijo de puta es una expresión soez y un disfemismo que se utiliza habitualmente como insulto,[1] aunque tiene también otras connotaciones en función del contexto en que se pronuncie.
[4] La evolución del término, y su integración en el lenguaje habitual, ha llevado a un uso menos peyorativo del mismo, que incluso, y según varias sentencias judiciales, no es considerado un insulto a efectos legales, al menos en España.
[22] Según el mismo, constituyen delito las expresiones tenidas en el concepto público por graves, siendo las leves consideradas 'falta'.
La sentencia concluyó que «expresiones tales como hijo de puta o maricón están tan integradas en el vocabulario que a veces ni siquiera se consideran insultos, no llegando a constituir su empleo una vejación injusta, sino más bien una evidencia de una mala conducta o un comportamiento maleducado».
Según la sentencia «la degradación social del lenguaje ha provocado que las expresiones utilizadas por el ahora recurrente sean de uso corriente en determinados ambientes».