[8] A partir del siglo XVI, en las Islas Canarias se cultivan distintas variedades de higueras, unas descendientes de las variedades llevadas desde España, en algunos casos con nombre bastante próximos a las variedades originarias, como 'Burgazote', 'Bergasota', 'Birasote Brevasote', 'Brigasota', 'Bruja', Brujasote (de 'Burjasot' o Bordissot, valenciana/balear/catalana, que podría proceder del norte de África, al menos la B. negra), la 'Nogal' (tal vez la 'Ñogal' o 'Añogal' que llegaría desde Turquía a la península ibérica en época hispanomusulmana sustraída por un embajador cristiano del Califato de Córdoba, según relatos), y también otras anteriores más antiguas traídas de tierras bereberes, ya cultivadas por la población indígena de las islas, y que son exclusivas de Canarias, como parece ser la 'Brevera Tarajal' y muchas otras variedades.
[11][12][13][14] Por lo menos hasta finales del siglo XVIII está documentada su presencia en otras islas, como en Gran Canaria.
Árbol de vigorosidad elevada, y un buen desarrollo en terrenos favorables, copa esparcida.
hoja:0,41; con dientes presentes solo en márgenes superiores, siendo el margen crenado; densidad de pelos en el haz escasa y densidad de pelos en el envés intermedia, con nerviación ligeramente aparente y color verde; Peciolo de longitud larga con un grosor 4,26 mm, forma redondeada de color verde claro a verde.
[12][16][3][17] Se está tratando de recuperar su cultivo en las Islas Canarias.