Heurística de la representatividad

Esta regla intuitiva permite, a partir de lo que ya se conoce, inferir sobre el suceso B.El concepto fue propuesto por los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky a principios de los años setenta.Según estos autores, cuando A es altamente representativo de la categoría B, la probabilidad de que A tenga su origen en B se juzga alta.Como ejemplo, los médicos constantemente aplican esta heurística para sus diagnósticos: conocidos los síntomas de un paciente (evento A), diagnostican como más probable aquel tipo de enfermedad B cuyo subcaso más frecuente, prototipo o estereotipo tiene síntomas A.Al juzgar la representatividad de un evento, se suele prestar más atención a la similitud con un evento estándar o prototipo que sirve de referencia.Los individuos, bajo ciertas circunstancias, son guiados por estereotipos que consiguen predicciones casi tan exactas como la realidad de los hechos.Un ejemplo podría ser el siguiente: Considere un individuo que ha sido descrito por sus vecinos de la siguiente manera:”Steve es un hombre retirado y muy tímido, que no ayuda a las personas pero tiene un poco de interés en ellas, en su mundo o en la realidad.Las cosas que no parecen tener ninguna secuencia lógica se consideran representativas de la aleatoriedad y por lo tanto más probable que se produzcan.Por ejemplo, un dado que haya sido lanzado 6 veces con resultados diferentes, puede llegar a considerarse como un patrón independientemente de la secuencia o el número de intentos porque los individuos ignoran su aleatoriedad.