Algunas especies del género, como otras de la familia, son «pulsantes», que realizan un movimiento rítmico expandiendo y contrayendo sus tentáculos.
Sus tejidos tienen escleritos calcáreos, pequeños y ovalados, con la superficie granular,[3] para darles consistencia.
[4] La característica más vistosa es el movimiento pulsante de los tentáculos autozoides del pólipo.
Se distribuyen en aguas tropicales del océano Indo-Pacífico, desde las costas de África oriental, incluido el mar Rojo, hasta Australia, Papúa Nueva Guinea, y Nueva Caledonia; al norte hasta Filipinas.
[6] Aunque está en discusión, algunos autores creen que con su movimiento pulsante capturan materia orgánica disuelta en el agua o facilitan la fotosíntesis.