Hernando de Lavalle y García

En 1938, recibió su primera designación a un puesto público cuando fue nombrado presidente de la Comisión Permanente Mixta que negoció el tratado comercial con Chile.

Ganó prestigio y celebridad en su profesión, así como por su calidad humana, por lo que la clase política lo tuvo siempre en cuenta para las situaciones difíciles, cuando hacía falta una concordia nacional.

Para aceptar la candidatura, Lavalle puso como condición la reapertura del diario La Prensa y la libertad de su director Pedro G.

El nombre de la agrupación política que lanzó su candidatura era Unidad Nacional y Convivencia Democrática.

Pero Lavalle, presionado por los grupos de poder antiapristas (como el diario El Comercio), se limitó a ofrecer un estatuto de partidos que otorgaría la legalidad al APRA en fecha no determinada, lo que para los apristas no era suficiente.

Fue así como el APRA, casi a último momento, se orientó hacia la candidatura de Prado y decidió su triunfo.