En un concurso abierto de antecedentes profesionales logró la nominación como jefe zonal del SNS para Malleco y Cautín.[3] Llegó a cumplir 38 años y como tantos otros funcionarios públicos de alto rango, al momento del golpe de Estado quedó bajo arresto domiciliario.Con una notable trayectoria profesional cuando tras ser detenido y torturado, fue ejecutado por agentes del Estado, probablemente en las últimas semanas de septiembre o en los primeros días de octubre.[3][4][1] La Comisión Verdad y Reconciliación concluyó, años más tarde, que había sido ejecutado por agentes del Estado, en un acto que violó sus derechos humanos.[3] Los esfuerzos de la familia por buscar la verdad, dar con los restos y hacer justicia han sido constantes y múltiples durante varias décadas.