Hermenegildo I

Algunos historiadores suponen y otros afirman que durante el pontificado de Hermenegildo I se celebró en Oviedo un concilio nacional para erigir esta sede ovetense en metropolitana e insertan en confirmación de este hecho dos cartas del sumo pontífice Juan VIII, dirigidas una al rey Alfonso III el Magno y otra a los padres del Concilio.

Algunos historiadores dudaron, como lo hicieron en el reinado del Casto, que se llevase a cabo la asamblea o concilio de Oviedo en tiempos de Alfonso III, pero ya puede referirse con más exactitud que no solamente tuvo lugar el citado Concilio, sino que, además, se celebró el año 886, según testimonios fehacientes, examinados por el Padre Risco.

Fue Dulcidio, un político que actuaba como embajador de Alfonso III ante el emir Abdallah, quien se encargó del traslado.

Dulcidio está enterrado debajo del altar en la misma cripta de Santa Leocadia.

Santo Adriano es actualmente un pequeño concejo asturiano cuya capital es Villanueva y se encuentra a unos 20 km de Oviedo.