La buena acogida que tuvo el cortometraje los animó a seguir rodando, esta vez, con una mayor estructura y un guion elaborado.
En 1991 rodaron el cortometraje «In vino veritas», una comedia negra protagonizada por Álvaro Ordóñez y Jon Inciarte, los actores que más acompañaron las creaciones ibarretxianas.
También contaron con la inestimable colaboración de su amigo, el ya desaparecido Álex Ángulo, que los acompañaría en otros largometrajes.
La última película de los Hermanos Ibarretxe[4] fue «Un mundo casi perfecto»[5] que se rodó en Bilbao en 2010.
Juntos dejan un legado cinematográfico que es historia cultural de Euskadi, como pioneros del cine independiente vasco.