Poco después surgieron desavenencias entre las dos asociaciones, desapareciendo el rosario y quedando allí la dolorosa.
En 1747, Martín Federico Díez fundó un Rosario nocturno, conocido como Hermandad de los Tiñosos, para recaudar limosnas y curar dicha enfermedad.
Al no tener un lugar digno donde albergar a la imagen de la Virgen de los Dolores, pidió permiso para ubicarla en la capilla del Crucificado del Perdón.
Posteriormente en 1992, de nuevo una reforma urbanística, subía la cota del nivel del suelo del Pasillo de Santo Domingo más de metro y medio, por lo que se llegó a un acuerdo con la Congregación de Mena, para construir la nueva capilla (la que actualmente existe) en el denominado "patinillo" colindante con la hermandad dominica.
En el interior se dispone un pequeño retablo con una mesa de altar en el que sustentan columnas corintias rematados por unas volutas y su parte alta, se dispone un penacho que alberga un corazón traspasado, todo ello realizado en madera dorada y policromada.