Herman I de Suabia

Herman se casó con Regilinda, la viuda de Burcardo II.

Herman tuvo que hacer frente a una rebelión de sus vasallos en solo una ocasión, aunque sí que se vio obligado varias veces a hacer concesiones en Suiza: San Galo pasó a la protección directa del rey, y el duque perdió el gobierno sobre sus tierras y el beneficio de sus ingresos.

Debido a sus posesiones en los puertos alpinos en Borgoña e Italia, sirvió obedientemente a los intereses de Otón I el Grande en sus reinos.

Tras la muerte de Herman, Otón el Grande nombró a su hijo Liudolfo duque de Suabia, en el año 950, en Worms.

Fundó la iglesia de San Florín en Coblenza y fue enterrado en Reichenau.