En 1938 pasa a la 4ª Bandera de Castilla de FET-JONS participando en la Batalla del Ebro, operando en varios sectores donde la unidad sufrió un duro castigo: Vértice Puig-Caballé, La Tosa, Bolt, Gandesa.
Su solicitud no fue admitida ya que el Vicariato dio prioridad a los capellanes profesionales, por lo que tuvo que esperar dos años para poder incorporarse al frente ruso.
[3] Repatriada la División Azul, continúa en campaña ejerciendo de capellán en la II Bandera de la Legión Azul del comandante José María García Mendoza.
A su regreso de la Unión Soviética continúa ejerciendo como capellán provisional, hasta cuando, atraído por sus lazos familiares, regresa a su tierra como párroco de Villovela, localidad cercana a Tórtoles de Esgueva.
En Villaescusa de Roa ejerce su sagrado ministerio durante 19 años hasta su fallecimiento.