Finalmente, en el mes de octubre se decidió su retirada del frente, pero el Gobierno del general Franco no deseaba contrariar a Hitler por lo que se optó por una solución de compromiso, dejar tres batallones (banderas) al mando del coronel de la Legión, Antonio García Navarro.
[1] También continuaron operativas varias unidades aéreas con la Luftwaffe, las llamadas Escuadrillas azules.
No obstante, ante la fuerte presión del Ejército Rojo se vio obligada a retirarse hasta Luga junto al resto del Ejército alemán.
Tras este período de operaciones, los voluntarios españoles fueron trasladados por ferrocarril a la retaguardia.
[4] Un cierto número de voluntarios españoles (unos 300) rechazaron volver a España y permanecieron en el Frente Oriental, integrados en distintas unidades alemanas.