El padre, de corte liberal, rápidamente se convirtió en detractor del nazismo.
Sin embargo, abandonó la militancia comunista al año siguiente.
En diciembre de 1993 sufrió heridas importantes al abrir una carta bomba enviada a su casa, en el distrito municipal de Inere Stadt, enviada por el activista xenófobo Franz Fuchs.
[2] En octubre de 1998, el diario Süddeutsche Zeitung acusó a Zilk de haber colaborado con el servicio secreto checoslovaco (StB) durante los años 60.
Zilk negó las acusaciones, y en diciembre de 1998 se resolvió el conflicto con la visita de Václav Havel para pedir disculpas.