Durante la época romana la población y explotación del Aljarafe está fuera de dudas.
Denominada por su fertilidad, Huerta de Hércules, parece fuera de dudas que ese fuese el fin a que se emplearon estos terrenos según algunos autores las pequeñas agrupaciones humanas denominadas Heliche y Soberbina.
Vázquez Soto equipara Heliche y Soberbina a Laelia, Pésula o Tejada.
Otros enclaves rurales no tuvieron tanta suerte y se fueron despoblando, bien por epidemias frecuentes y devastadoras en otras épocas, o por la cercanía de algún núcleo importante de absorción.
Así, en la toponimia antigua sonaban nombres, hoy sólo en el recuerdo, como Lópaz, Rianzuela, Torrequemada y Heliche.
Con él los dominios dc esta rama de los Guzmanes se amplían al comprar la vecina Albaida en 1574, puesta en venta tras el Breve del papa Gregorio XIII fechado en 1574, desde cuya Torre Mocha se tomó posesión del término en beneficio y provecho del Condado de Olivares.
A Don Enrique le sucedió su hijo Don Gaspar de Guzmán y Fonseca, nacido en Roma el día de Reyes de 1587 y llamado a jugar un importantísimo papel tanto en la historia nacional como en la del propio Olivares.
A su sobrino D. Luis Méndez de Haro le corresponderán Olivares y Heliche juntamente con Albaida, Salteras, las dos Castillejas, Camas, Tomares y San Juan de Aznalfarache, además de sucederle en la privanza, como nuevo valido del monarca Felipe IV.
Heliche pervivirá durante siglos, despoblándose definitivamente hacia 1817 aproximadamente.