Helicón (mitología)

En él tenían las nueve diosas dos fuentes consagradas: Aganipe[2]​ e Hipocrene,[3]​ y algunos templos a ellas dedicados, por lo que recibían el epíteto de heliconíadas.[3]​ Una vez que las musas se enfrentaron a Las Piérides su canto fue tan hipnotizador que incluso el cielo, las estrellas, el mar y los ríos se detuvieron a escucharlo.Extasiado por tal belleza, Helicón fue creciendo más y más hasta que Poseidón se dio cuenta y ordenó a Pegaso que lo detuviera golpeando con su pezuña la cima de la montaña.[6]​ En una ocasión participó en un concurso de canto frente al monte Citerón, próximo a él.[7]​ También se denominaba Helicón a un río que nacía en el monte Olimpo y atravesaba Pieria, y a su correspondiente dios fluvial.