Hecatónquiros

Tienen su papel más prominente en la Teogonía, en donde son los últimos en nacer de entre sus hermanos; primero vinieron al mundo los titanes y luego los cíclopes.

[1]​ Hesíodo nunca los menciona como hecatónquiros; esta denominación empezó a ser utilizada por algunos autores tardíos, comenzando por Apolodoro.

[7]​ No obstante en el relato hesiódico se nos dice que los tres centímanos permanecieron encadenados hasta su liberación por parte de Zeus.

Trescientas rocas lanzaban sin respiro con sus poderosas manos y cubrieron por completo con estos proyectiles a los titanes.

[10]​ Más adelante lo vuelve a citar: «como el gigante Egeón, el que tenía, según cuentan, cien brazos y cien manos y vomitaba llamas de sus cincuenta pechos por sus cincuenta bocas cuando rugía contra el rayo de Júpiter».

[12]​ Según un relato evemerista, citado por Paléfato, Coto y Briareo, en vez de ser gigantes monstruosos eran hombres mortales.

obra de una mujer con túnica invocando un gigante del agua.
Talla dulce de 1793, obra de Tommaso Piroli (1752 – 1824) a partir de un dibujo de
John Flaxman , empleada en una edición de la Ilíada de 1795: Tetis invoca a Briareo .
Pronunciación del nombre.