Hashimoto realizó numerosas obras siguiendo el estilo tradicional de la escuela Kanō, usando colores dorados y tinta negra.
Sin embargo, a pesar de que sus pinturas presentan métodos y temas tradicionales, también incorporó elementos del arte occidental, al igual que Kanō Hōgai.
En 1860, Hashimoto abrió su propio estudio de arte, pero los asuntos políticos y económicos que rodearon la restauración Meiji en 1868 le obligaron a buscar otros ingresos además de vender pinturas.
Produjo mapas para la Academia Naval, pintó para fanáticos y utilizó sus habilidades de muchas otras maneras para ganarse la vida.
Como resultado de su posición como principal profesor de pintura, Hashimoto tuvo varios alumnos importantes, entre ellos Yokoyama Taikan y Kawai Gyokudō.