El mejor ejemplo lo ofrecen los zarcillos que al ser excitados por contacto en uno de sus lados se produce un desarrollo mucho más notorio y rápido en el flanco opuesto, como consecuencia se produce una curvatura del zarcillo sobre el objeto tocado que, de esta forma, resulta abrazado.
[2] En un principio se acuñó la palabra epinastia (del griego επι [epi], sobre, encima y ναστως [nastos], embutido, relleno, grueso) que hacía referencia al crecimiento excéntrico de las ramas de los árboles con su eje orgánico por debajo del geométrico, es decir, ramas engrosadas desde el núcleo hacia arriba.
[2] Posteriormente, se aplicaron estos términos al crecimiento longitudinal inequilátero de cualquier órgano.
Así, existe epinastia cuando una rama u otro órgano vegetal de crecimiento longitudinal, se desarrolla más por la parte superior encorvándose hacia la inferior.
Teniendo este término como base, se añadió hapto (del griego απτω [apto], asir, fijar, tocar) que es un prefijo empleado en botánica con el sentido de agarrarse o agarrar algo, tocar, de forma que haptonastia es el crecimiento asimétrico de un órgano longitudinal para rodear algo.