Tras trabajar para un relojero suizo en La Chaux-de-Fonds, en 1905 se mudó a Londres y estableció la importadora de relojes Wilsdorf & Davis.
[2] Hans Wilsdorf escribió su autobiografía, Rolex Jubilee Vade Mecum, y la publicó en 1946.
Sin embargo, al enseñarme a ser autosuficiente desde una edad muy temprana, adquirí el hábito de cuidar mis posesiones.
Si miro hacia atrás, pienso que gran parte de mi éxito se debe a aquello".
Unos días más tarde se depositó la marca "Rolex", registrada posteriormente en Suiza de forma oficial por Wilsdorf & Davis.
Hans Wilsdorf creyó antes que nadie en el potencial del reloj de pulsera y dedicó su vida a popularizarlos.
Wilsdorf se había percatado en 1902, mientras trabajaba en La Chaux -de-Fonds, de que Hermann Aegler - con base en Bienne, Suiza - había comenzado a fabricar "ébauches"; movimientos en bruto para relojes de alta calidad con un escape y palanca más pequeños.
[5] Rolex había crecido muy rápido, y en 1914 ya contaba con más de 40 empleados en su plantilla.
¡Los viandantes quedaban sorprendidos de ver un reloj funcionar a la perfección bajo el agua!
En 1931, cuatro años después de impresionar al mundo con el primer reloj hermético, el Rolex Oyster, la marca lanzó el primer reloj de pulsera con un movimiento mecánico automático, al que denominaron «Rolex Perpetual».
No obstante, cuando fueron capturados y enviados a los campos de prisioneros, se los confiscaron.
Por eso decidí fundar una empresa específicamente dedicada a la fabricación y venta de estos nuevos relojes.
El GMT-Master fue originalmente diseñado para los pilotos de la aerolínea norteamericana Pan American World Airways y los trotamundos.
[12] En 1955, Rolex presentó el modelo Day-Date, primer reloj en mostrar la fecha en una ventana y el día de la semana en otra.
Este reloj, capaz de resistir a los campos magnéticos, fue diseñado para científicos que trabajaban en laboratorios como el CERN en Ginebra y empleados de centrales eléctricas o instalaciones médicas que pudieran verse afectadas por el magnetismo.
Fue enterrado en el Cementerio de los Reyes, en Ginebra, junto a su primera y segunda esposa.