[2] En 2003, ante la presión internacional, la esclavitud se convirtió en ilegal en Níger, permitiendo a las asociaciones iniciar acciones civiles.
[2] Mani inició entonces una larga batalla legal, en la que un primer tribunal confirmó su libertad recuperada.
Sin embargo, en un segundo juicio la enviaron de vuelta a prisión, según las leyes consuetudinarias ya que Mani se había casado con un funcionario inmediatamente después de ser liberada y fue acusada de bigamia por su antiguo maestro, que afirmaba que ella era su esposa y no su esclava.
[4] A pesar de que la ley lo prohíbe desde 2003, se sigue practicando la esclavitud en Níger.
[8] Ese mismo año también fueron reconocidas con este galardón la uzbeka Mutabar Tadjibayeva, la rusa Veronika Marchenko, la afgana Wazhma Frogh, la guatemalteca Norma Cruz, la iraquí Suaad Abbas Salman Allami, la malasia Ambiga Sreenevasan y la yemení Reem al Numery.