La hacienda fue fraccionada en el siglo XIX a consecuencia de la supresión de los mayorazgos, y finalmente desapareció por completo tras la Revolución Mexicana del siglo XX a consecuencia del reparto agrario.
A partir de esta merced y otros sitios que tenían cerca del pueblo de Tesechoacan, los hermanos Alonso y Melchor fueron adquiriendo sitios y haciendas en las siguientes décadas hasta llegar a tener en 1612 (a la muerte de Melchor) 57 o 58 sitios.
El Mayorazgo se conformó con los sitios que componían las haciendas de Uluapa, San Cristóbal y Cacahuatepec.
En 1616, ya mayor de edad, Melchor toma en sus manos la hacienda, pero estuvo poco tiempo en su poder.
En 1619, Melchor vende las haciendas, aunque impedido legalmente para ello, al regidor Alonso Galvón.
La parte del regidor Alonso Galván se inconforma y solicita revisión de la sentencia.
Al tomar Diego la hacienda, no habían terminado los problemas con la familia Galván.
También en este periodo la familia volvió a adquirir la hacienda de Buenavista.
A la muerte de Francisco Ángel y no dejar herederos legítimos, se inicia un nuevo pleito por la sucesión del vínculo y con ello de la hacienda.
En la década de 1830s la hacienda se vende al presbítero Antonio Bravo.