HMS Sikh (F82)

[2]​ Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, el Sikh fue destinado brevemente al mar Rojo para vigilar la colonia italiana de Somalia, aunque en octubre tuvo que regresar a Alejandría para someterse a unas reparaciones en su aparato motor.

El 21 de mayo, el Sikh fue asignado como escolta al convoy WS8B, pero el 26 de mayo se agregó a los barcos que iban a participar en la persecución del acorazado alemán Bismarck en el Atlántico norte: junto a otras unidades de la 4ª Flotilla de Destructores, el Sikh presenció el hundimiento del acorazado al día siguiente.

Con el barco ya perdido, el capitán Micklethwait ordenó al Zulu que desistiera, y activó las cargas explosivas para echar a pique al Sikh antes de dar la orden de abandonarlo.

El destructor se hundió lentamente, mientras seguía siendo bombardeado por las baterías en la posición 32°05′ N, 24°00′ E.

Todos los supervivientes de la tripulación fueron hechos prisioneros por el Eje nada más alcanzar la orilla.